Y no, por desgracia, el señor Wert no se ha ido por su escandalosa ley educativa, que tanto nos ha hecho salir a la calle, ni por el 3+2, ni por sus bochornosas declaraciones, ni mucho menos por haber conseguido de padres, madres, profesores, profesoras y alumnos la mayor huelga educativa jamás vista … El señor Wert se ha pedido una jubilación anticipada y deja el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, para irse de embajador de la OCDE a París, a darle pan a los patos, o lo que quiera que hagan los y las pre-jubiladas con pensiones unas pensiones tan escandalosas.
Dicen que las “ratas” son las primeras en abandonar el barco, y aunque no entro a calificar a nuestro exministro, parece que si todo sigue el guión previsto, el señor Wert verá fracasar su retrógrada ley educativa desde el exilio. A tres meses de que desalojemos al Partido Popular, el ministro peor valorado decide irse por la puerta de atrás, solo; ha faltado que se anunciase su marcha desde un plasma, lo cual, por desgracia, no sería muy extraño.
Pero ahora que se ha marchado y con él el curso 2014/15 a la vuelta de la esquina, nos vemos envueltas en una gran incertidumbre. ¿Qué será de la LOMCE?, ¿Y del 3+2?, ¿Seguirá la política de recortes en becas y ayudas? Aún es pronto para sacar nada en claro puesto que el sucesor de nuestro amigo Wert no parece un gran defensor de la escuela pública, y viendo su historial (su hermana secretaria general del CNI, su cuñado condenado a 14 años por intentar atentar contra los familiares de un miembro de ETA, su padre teniente coronel con Franco…) no podemos esperar nada bueno de este mastodonte, que llevaba 19 años haciendo de la política una profesión como eurodiputado por el Partido Popular, y que ya se ha cubierto de gloria en las pocas oportunidades que ha tenido para hacerlo.
Solo nos cabe esperar que seamos capaces de construir un proyecto de unidad popular desde el que podamos desarrollar un sistema educativo: público y universal, laico y de calidad… Ya sabemos que no podemos esperar nada de aquellos que pisotearon los derechos conquistados por nuestros abuelos y abuelas, de aquellos que confunden los privilegios con los derechos, por eso toca ponerse el mono y currar desde ya para hacer realidad lo que siempre debió serlo; porque de lo contrario eso de “el hijo del obrero, a la universidad” se quedará en eso, un simple cántico.
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